CÓMO CUIDAR TUS KOKEDAMAS
Kokedama (“Bola de Musgo”) es una técnica japonesa que consiste en sustituir el contenedor o maceta por una bola recubierta de musgo. El musgo, que está vivo al igual que la plata, ayudará al sustrato a mantener la humedad y la temperatura. Estos días hemos estado vendiendo Kokedamas en el Espacio Tangente (Burgos), y mucha gente nos pregunta por sus cuidados, así que aquí van las reglas de oro del Kokedama.
Luz:
El musgo del kokedama está vivo, y la planta también. Lo mejor será elegir una planta que tenga requerimientos parecidos a los del musgo para que ambos convivan en óptimas condiciones. Si esto se cumple, y se trata de una planta de sombra, la colocaremos en un lugar bien iluminado pero que no reciba sol directo. Consejo: gira tu kokedama sobre su eje para evitar que se vuelque hacia la luz.
Riego:
Para regar el kokedama sumergiremos la bola de musgo (hasta la base de la planta) en agua hasta que dejen de salir burbujas de la bola. Puedes apretar muy suavemente la bola para que suelte el agua sobrante. Después deja escurrir la planta hasta que deje de gotear y vuelve a colocarla en su sitio.
Un kokedama no necesita más riego que una planta en maceta, al contrario: la mayoría de los kokedamas mueren por exceso de riego. Cuando necesite agua, lo sabremos porque la bola se vuelve liviana. Si las hojas amarillean, es probable que la causa sea un exceso de agua. Se suelen regar cada 2 o 3 días. Si quieres que el musgo parezca más verde, puedes pulverizarlo con agua.
Abono:
Un kokedama tiene un espacio limitado para conseguir nutrientes, de modo que tenemos que aportarle el alimento. Para hacerlo, diluye el fertilizante elegido en el agua con el que vas a regar. Una vez regado, puedes utilizar el agua sobrante para regar el resto de tus plantas.
Temperatura:
Igual que sucede con la luz, el kokedama está conviviendo con el musgo, que soporta muy bien el frío. Si la planta también es de exterior, el lugar perfecto para ubicarla será donde la temperatura no suba demasiado, por ejemplo en una terraza protegida del sol. Si ha de colocarse en un interior, procuraremos que nunca esté bajo la influencia de la calefacción.
Y aquí van otros consejos generales:
Controlar periodicamente la aparición de hongos e insectos que puedan afectar la planta para combatirlos a tiempo.
Limpiar las hojas con un algodón humedecido en agua si es necesario.
Cortar las hojas secas con cuidado para no lastimar las hojas sanas.
Si los hilos se sueltan se pueden coser con una aguja.
Cuidado con los gatos, les encanta morder y jugar con la kokedama.
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